Chilca.- Mano dura contra los antros de perdición. La Municipalidad de Chilca revocaría la licencia de funcionamiento del bar “La Naranjita”, constituido en un foco de delincuencia e inseguridad, cuyos propietarios osadamente ampliaron el área de su establecimiento.
Dicho local ubicado en la calle Real N° 515, de propiedad de Margarita Rojas Espinel, obtuvo su licencia de funcionamiento el 2001, en la gestión del ex alcalde, Manuel Barrionuevo Cahuana, donde se consigna un área de 32 metros cuadros, sin embargo hoy cuenta con 150 metros cuadrados, siendo un dolor de cabeza para los vecinos y un pasivo para la presente gestión. .
Del acta se desprende además que la propietaria del bar, no sólo se contenta con causar molestia a los vecinos; sino que las trabajadoras no cuentan con el carnet de sanidad que exige la norma.
Al respecto el sub gerente de Comercialización de la comuna chilquense, Giovani Quispe, informó que cursó ayer una carta de aviso donde se le otorga 48 horas (según el debido proceso) para que puedan levantar las observaciones a las modificaciones, caso contrario se le revocará la licencia de funcionamiento al bar constituido en casi “emblemático” de Chilca y luego proceder a su clausura definitiva.
Ante la insistencia de los vecinos de actuar con celeridad el funcionario explicó que no puede infringir el debido proceso, porque sería denunciado por abuso de autoridad. “Existe un compromiso de poner orden en este caso, según los plazos está semana se determinará el futuro de la muy concurrida “Naranjita” dijo.
Este hecho fue constatado el pasado 26 de agosto último, en un operativo conjunto entre el sub gerente de Comercialización de la comuna chilquense, Giovani Quispe Román, la gobernadora distrital, Liliam Olivera y policías municipales.
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